TALLER LÚDICO PEDAGÓGICO Nº1
NOMBRE: “El cuento y su representación ejemplifican para la resolución pacífica de los conflictos convivenciales”
FECHA: Julio 28 de 2010
GRADO: Tercero (3º)
INSTITUCIÓN EDUCATIVA SAN MATEO
Centro Asociado Cayo de Palma
El Roble – Sucre.
TEMA: Tolerancia y negociación ante el conflicto interpersonal
I. PRESENTACIÓN
Hola apreciados amigos y niños (as). Los docentes Candelaria Inés Villalba Enamorado, Marta Elena Serpa Vergara y Walberto Manuel Arroyo Mercado, diseñamos y queremos desarrollar con ustedes este taller lúdico pedagógico que tiene como temática principal: La tolerancia y negociación ante el conflicto interpersonal, lograda por medio de la lectura, representación, dibujos, cantos y juegos del cuento “EL COLECCIONISTA DE INSULTOS”. Con el cual, se tiene la intención o los propósitos de: Fomentar la convivencia pacífica en los niños (as), orientándoles su resolución pacífica de conflictos, crear escenarios de amistad, cooperación, respeto y aceptación mutua en sus diferencias y recrear la literatura de cuentos para que los niños (as) se interrelacionen armoniosamente y aprendan de manera significativa y feliz.
II. DESCRIPCIÓN DE LAS ACTIVIDADES
1. Inicialmente en el área recreativa de la institución se realiza la dinámica “¿Qué hay, que hay, qué hay? En grupos o equipos de trabajo de 6 niños (as); que consiste en:
¿Qué hay, qué hay, qué hay? (dice un grupo)
Tiene niños (as) (responde el otro grupo)
¿Si hay, si hay, si hay? (responde el grupo que inició)
¿Cómo los tiene?
Respetuosos
Nobles
Felices
Amables
Cariñosos
Amigables
Cada grupo o equipo de trabajo se identifica con un nombre o cualidad de los niños (as) y al mencionarlos reaccionan iniciando el juego y así sucesivamente hasta que se identifique el grupo más atento, organizado y dinámico para ser aplaudido por los demás. Ok.
2. Seguidamente se regresa al salón de clases y se realiza la lectura del cuanto “EL COLECCIONISTA DE INSULTOS (ver anexo Nº1)”. Esta lectura se realiza de manera: silenciosa, dirigida, individualmente y en grupos, los cuales finalmente desarrollaran en pliegues de papel periódico los siguientes interrogantes:
¿Personajes del cuento?
¿Dónde ocurrió la historia?
¿Qué hacia el anciano?
¿Cómo era el guerrero?
¿Qué quería hacerle el guerrero al anciano samurái?
¿Qué le hizo el guerrero al samurái?
¿Qué quiere decir el autor cuando manifiesta que el guerrero quería “sacar de casillas al anciano”?
¿Cómo terminó el guerrero?
¿Qué le preguntaron los alumnos al anciano maestro?
¿Con cuál personaje se identifican? ¿Por qué?
Realicen un dibujo de la situación que más les guste del cuento
¿Qué es un insulto?
¿Les gusta insultar? ______________ ¿Por qué?
¿Les gusta regañar? ______________ ¿Por qué?
¿Cómo les gustaría que los traten? _________________ ¿Por qué?
Esta actividad de comprensión, los niños (as) la socializarán de manera expositiva (feria de ideas) en las paredes del salón de clases; con la participación de los demás grupos de niños (as) y con la orientación de los docentes asesores.
Luego, se harán las conclusiones o reflexiones en torno a la lectura del cuento y la creatividad de los equipos de trabajo.
3. Finalmente, los niños (as) de este grado tercero, escribirán en un pedazo de papel (memo) la cualidad, una palabra de amistad, cariño a su amigo (a) que se vaya mencionando. Ejemplo: Carlos Miguel (todos le expresan a este niño una frase o palabra de afecto o admiración y así sucesivamente) con todas estas ideas se guardaran en un sobre de cada niño (a) que se le entregará personalmente y si algunos lo desean, lo leerán ante sus amigos (as) de grupo, que terminará con la dinámica “EL CAPITÁN ORDENA”. Que se abracen, que se formen en grupos de 5, etc.
III. DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES
1. Los niños (as) realizaron la dinámica “¿Qué hay, qué hay, qué hay?”, inicialmente tuvieron inconvenientes algunos grupos, que trataron de confundirse, pero captaron bien la idea y les pareció muy divertida, se integraron y abrazaron con sus compañeritos. Todos salieron felices de la actividad
2. Se realizó la lectura “El coleccionista de insultos”, en la cual se le hizo algunas aclaraciones a los niños (as) sobre palabras que no entendían por estar en un nivel mayor. Ejemplo: (budismo, escrúpulos, fulminante, reputación, impaciente, impasible, exhausto). Aquí los equipos de trabajo desarrollaron los interrogantes planteados en pliegos de papel, participaron activamente, compartieron ideas, tomaron algunos, el liderazgo de la actividad, representando los dibujos o exponiendo las ideas ante los demás. Además, la mayoría se identificó con la enseñanza que deja el anciano samurái, compartieron respuestas, se inquietaron por hacer bien su taller, reconocieron lo importante que es aceptar, entender y tolerar a los demás, vieron en el guerrero una persona irrespetuosa y provocadora de conflictos; lo cual les permitió comparar las dos actitudes ante los problemas y asimilar sobre la mejor manera de enfrentarlos. Así mismo, los dibujos fueron muy creativos y significativos para aprender a tolerar y respetar al otro en la convivencia humana
3. Finalmente, se realizó un espacio de integración y vínculo afectivo entre los niños (as), plasmaron en sobres (memos) palabras de afecto, amor, cariño, amistad, amor, y agradecimientos a sus compañeros (as) y amigos (as), la cual terminó con la dinámica “El capitán ordena”, aquí los niños se abrazaron, se reían, agradecieron, se agarraron las manos, se unieron en cadenas, saltaron en grupos, armaron el tren, corrían, se agachaban y terminaron unidos en un solo grupo de amiguitos (as).
IV. CONCLUSIONES
• Se propició la integración, cooperación, respeto mutuo, aceptación mutua y acciones de liderazgo en los niños (as).
• Se fomentó la lectura analítica de situaciones literarias (cuento) y todas las inferencias o enseñanzas que se pueden aprender de ésta.
• Los niños (as) expresaron su creatividad, afecto y deseos de convivencia. Además, se mostraron felices y motivados para desarrollar procesos académicos y de integración de grupos; entendiendo así que hay que tolerar y saber resolver pacíficamente los conflictos.
V. RECURSOS
Papel – pliegues
Marcadores
Sobres de papel
Memos
Cinta pegante
Pedazos de cartulina
Copias del cuento
VI. BIBLIOGRAFÍA
LOPERA, Jaime. La culpa es de la vaca, compilación. Cuento: El coleccionista de insultos".
VII. ANEXOS
ANEXO 1 (TEXTO: EL COLECCIONISTA DE INSULTOS).
EL COLECCIONISTA DE INSULTOS.
Cerca de Tokio vivía un gran samurái, ya anciano, que se dedicaba a enseñar el budismo Zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario. Cierto día un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos pasó por la casa del viejo. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que el adversario hiciera su primer movimiento y, gracias a su inteligencia privilegiada para captar los errores, contraatacaba con velocidad fulminante. El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una batalla. Conociendo la reputación del viejo samurái, estaba allí para derrotarlo y aumentar aún más su fama.
Los estudiantes de zen que se encontraban presentes se manifestaron contra la idea, pero el anciano aceptó el desafío. Entonces fueron todos a la plaza de la ciudad, donde el joven empezó a provocar al viejo. Arrojó algunas piedras en su dirección, lo escupió en la cara y le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante varias horas hizo todo lo posible para sacarlo de casillas, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, ya exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró de la plaza.
Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
- ¿Cómo ha podido soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usó su espada, aun sabiendo que podría perder la lucha, en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros?
El viejo samurái repuso:
- Si alguien se acerca a ti con un regalo y no lo aceptas, ¿a quién le pertenece el regalo?
- Por supuesto, a quien intentó entregarlo
- Respondió uno de los discípulos
- Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos – añadió el maestro -. Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.